¿Alguno de los compas de este clan ha escuchado sobre el método Montessori? Para quién no, les decimos qué es, cuáles son algunas de sus principales características, dónde se puede practicar y actividades para hacer en casa sus alfitas, basadas en ese modelo de enseñanza y aprendizaje.
Este método contempla una forma de educación muy completa que no solo se limita a las aulas, sino que abarca aspectos sociales y emocionales de los alfitas, para que sean pequeños disciplinados, conscientes, respetuosos y que actúen por un bien personal y comunitario, no por una recompensa.
María Montessori fue una educadora y médica italiana de principios del siglo XX y a ella se le atribuye este método; esquematizó por grupos de edades las habilidades, aptitudes, herramientas, técnicas y hasta materiales didácticos a usar con los niños.
A diferencia de la educación tradicional, el método Montessori puede comenzar a implementarse desde el nacimiento, en la que la “mente absorbente” de los alfitas ayuda a incorporar en ellos experiencias, relaciones, emociones, imágenes y cultura solo por el simple hecho de vivirlas.
La implementación de este método está divido por edades:
- Desde el nacimiento hasta los 3 años
- De los 3 a los 6 años
- De los 6 a los 12 años
- De los 12 a los 18 años
¿Qué beneficios hay en niños en los que se aplica el método Montessori?
A diferencia de la educación, como muchos de nosotros la conocemos, el método Montessori se centra en la confianza en el alfita, los adultos o profesores fungen como guía para que ellos puedan desarrollar problemas o tareas a su ritmo.
Estos son algunas de las características de los alfitas en los que se implementa el método Montessori:
- Seguros, responsables e independientes
- Capaces de reconocer sus emociones
- Participativos en las tareas de la casa
- Cuidado de sí mismos y del entorno que los rodea
- Tienen gran sentido de la gracia y cortesía
- Formulan sus propios conceptos
- Son motivados a enseñar y colaborar
- Son autodisciplinados y con capacidad de concentración
- Aprenden a escribir partiendo de los sentidos (no de la memoria)
- Desarrollan habilidades de solidaridad y empatía
- Comprenden conceptos matemáticos
- Se comprometen por enseñar a otros a comprender cosas
¿Dónde se puede practicar este tipo de enseñanza?
Este método puede estar incorporado en algunos planes de estudios de la educación básica y hay algunas instituciones que se especializan en este tipo de educación. Sin embargo, como se explica antes, desde casa pueden comenzar a realizarse algunas actividades para presentar los conocimientos de otra forma y también para que adquieran algunas disciplinas.
Las siguientes son algunas actividades que le ayudarán a desarrollar varias habilidades y lo mejor, Alfa, es que se pueden realizar con cosas que se pueden tener en casa.
Esponjas y agua
Dale a tu alfita dos recipientes, uno con agua y otro sin nada. Con una esponja tendrá que pasar toda el agua de un lado a otro hasta que quede completamente seco. Acércale un trapo para que pueda limpiar en caso de que haya derramado algo de agua. Esta actividad representa un reto por que puede demorarse algo de tiempo y además será responsable de limpiar en caso de que haya salpicado.
Doblar servilletas
Doblar una servilleta de tela en un cuadro casi perfecto representa otro reto para niños de entre 3 a 5 años. Aunque para un adulto es algo “sin chiste”, para los alfitas requiere de mucha concentración. Muéstrale paso a paso la forma en la que debe hacerlo, haz que imite tus movimientos hasta conseguir el doblado perfecto y pregúntale también si cree que hay otra forma de llegar a ese resultado.
Fascinado con los cubiertos
Alfas, aprovechemos que a muchos de nuestros cachorros les gusta andar jugando con los tuppers, cazuelas o los platos; pídele que te ayude a guardar los cubiertos en el cajón donde deban estar separados por tipo: cucharas, tenedores y cuchillos. Primero explica los riesgos que existen de no tomarlos de una forma adecuada y confía en que puede hacerlo, sin embargo, no lo pierdas de vista.
Familias de botones
En la bonetería consigue de 20 a 30 botones de diferentes colores y tamaños; en un cono de huevos o en un molde para hacer pastelillos, pídele que los agrupe en cada apartado por colores independientemente si son más grandes o pequeños. Una vez que haya completado esa tarea, pregúntale si quiere organizarlos siguiendo otro patrón, por ejemplo, una familia de puros botones chicos o alguna en la que estén solo botones con cuatro o dos orificios.
Como te darás cuenta, este tipo de actividades no se centran en los conocimientos de la educación tradicional, pero sí les ayudan a trabajar otro tipo de habilidades como la concentración, tolerancia a la frustración, razonamiento, independencia y confianza en sí mismos.
Fuentes: Sitly.com / fundacionmontessori.org